En apenas 60 días de 2012 han sido incautados en Cúcuta 8.298 gramos de heroína. Esto significa 138,3 gramos por día de esta potente droga, capaz de ‘enganchar’ a 97 de cada 100 personas que la consumen por primera vez.
Según estudios de la sicóloga Lily Rodríguez, de la Fundación Caminando hacia la Luz, dedicada a la rehabilitación de personas con problemas de drogodependencia, Cúcuta tiene una población de 1.600 adictos, de la cual el 7 % (112 personas) lo es de la heroína.
Estos adictos, en su mayoría jóvenes que no sobrepasan los 30 años, han llegado a ella después de una espiral de consumo que ya ha incluido marihuana, cocaína y, en algunos casos, bazuco.
Según el coronel Álvaro Pico Malaver, comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc), han sido cinco las incautaciones de heroína que se han realizado en lo corrido de 2012 en la ciudad.
LA HEROÍNA DE MOTILONES
El 30 de enero, en una diligencia de allanamiento y registro efectuada por uniformados de la Sijín, en una vivienda ubicada en la calle 9 con avenida 0 del barrio Motilones, se logró la incautación de 3.162 gramos de heroína. En el operativo fue capturada Katherine Polentino Llánez.
EN LA VÍA BUCARAMANGA-PAMPLONA
En el sector conocido como Piedritas, uniformados de la Policía se incautaron de 2.001 gramos de heroína ocultos en el interior de dos tarros metálicos, los cuales fueron hallados en un vehículo de servicio público que cubría la ruta Bucaramanga-Cúcuta. En la incautación, realizada el 1 de febrero, fue capturado Gelbert Triana Reyes.
DE CÚCUTA PARA BRASIL
Un día después de la incautación en la vía Bucaramanga-Pamplona, fue detenido un adulto mayor en el aeropuerto Camilo Daza. Guillermo Enrique Gómez Rodríguez pretendía abordar el vuelo internacional Cúcuta-Panamá-Sao Paulo con 1.279 gramos de heroína en su vientre. La droga había sido ingerida luego de empacarse en preservativos.
JUAN ATALAYA
El 8 de febrero, a las 6:40 de la noche, fue detenido Davier Armando Ardila Pabón, de Valledupar (Cesar), quien se movilizaba en un vehículo de servicio público que se dirigía hacia El Zulia. El hombre llevaba la heroína camuflada en dos tarros de champú. En total, fueron contabilizados 1.012 gramos de la droga.
TEMPLO HISTÓRICO
Víctor Manuel Cruz Bautista, quien manifestó dirigirse hacia Venezuela, fue detenido el 9 de febrero a la altura del Templo Histórico transportando en su estómago 67 dediles con un peso neto de 844 gramos.
Para el comandante de la Mecuc, existen dos razones por las cuales la heroína, traída desde el sur del país, hace tránsito en Cúcuta antes de ser enviada hacia el exterior.
La primera de ellas tiene que ver con la condición de ciudad frontera. La facilidad en el tránsito de las personas de un país a otro hace que los narcotraficantes usen correos humanos para poner pequeñas dosis de esta droga en el vecino país, desde donde logran enviarla hacia Europa y Estados Unidos, donde esas pequeñas cantidades tienen un valor muy alto.
Esto quedó evidenciado con la captura de Víctor Manuel Cruz Bautista, quien se movilizaba con la droga en su estómago a bordo de una motocicleta con dirección al vecino país.
La segunda razón, que quedó expuesta con la detención del adulto mayor Guillermo Enrique Gómez Rodríguez en el aeropuerto Camilo Daza, tiene que ver con la reciente apertura del vuelo internacional desde Cúcuta hacia Panamá, país desde el que logran conexiones a muchas ciudades del mundo después de haber burlado el primer filtro en Colombia.
Los narcotraficantes han logrado poner pequeñas cantidades de heroína en la ciudad con el ánimo de satisfacer el consumo local y exportar otros excedentes hacia el exterior. La heroína, que no compite con la producción desmedida de otras drogas en el país como la cocaína y la marihuana, tiene un valor muy alto en el exterior.
Mientras que un gramo de heroína en las calles de Cúcuta se comercializa a $20.000, ese mismo gramo, puesto en las calles de Noruega, tiene un valor de 150 euros ($358.800).
Sin embargo, a pesar de estos valores, la producción de heroína en el país ha ido en descenso. Según la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) de la ONU, en su informe anual del 2011 publicado ayer martes en Viena (Austria), en Colombia se sigue cultivando ilícitamente la adormidera (al igual que en otros países de América del Sur) pero a muy pequeña escala.
Para la JIFE, Colombia ha reducido los cultivos de heroína de 6.500 hectáreas en el 2000 a 341 hectáreas en el 2010, que corresponden como máximo a una tonelada de heroína cada año.
De esa tonelada producida en Colombia y, según las incautaciones de los dos últimos meses, se puede deducir que muchos de esos kilos pasarán por Cúcuta, bien sea para satisfacer el consumo local o usando a la ciudad como trampolín para llegar al exterior.
En ambos casos, ese tránsito seguirá alimentando otros factores violentos que se nutren de ese negocio como lo son las bandas criminales, los narcotraficantes y la guerrilla.
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