la muerte vino del cielo

Del cielo, envuelta en un potente rayo, le llegó la muerte a Jefferson Bueno Salazar, de 19 años. El primer caso conocido que quedará grabado en la historia de Cúcuta.

El jueves hacia las 6:10 de la tarde, luego de un soleado y caluroso día, el cielo se cerró en nubes grises y negras como presagiando la tragedia. Las lluvias, los potentes relámpagos y las descargas eléctricas ensordecedoras sorprendieron la ciudad.

Wladimir Stefhan Sarria Reyes, de 20 años, amigo y vecino de infancia de Jefferson, sobrevivió para contar la historia. Los jóvenes universitarios se disponían a cruzar por un puente peatonal del Canal Bogotá, en el sector de la Universidad Libre, cuando les llegó a cada uno un mensaje al Blackberry y se detuvieron a contestarlo debajo de dos árboles, sembrados a la orilla del Canal.

“El cielo estaba oscuro y no había sonado ningún trueno antes. Íbamos para nuestras casas, porque vimos que empezaría a llover”, recuerda Wladimir, antes de ese día perder la conciencia.

Jefferson Bueno, residente en la calle 11A con avenida 9E del barrio Guaimaral, le había pedido el favor a su amigo de que lo acompañara a cobrar unos pasteles que su madre vende en el barrio Prados de Norte. Así que se fueron a pie.

“De regreso, paramos a saludar a unas compañeras. Luego seguimos caminando, cuando nos llegaron los mensajes. Al despertarme, no sabía qué había pasado. Estaba sobre un charco de agua y el celular quedó en blanco”, relató el joven sobreviviente, quien fue trasladado en una patulla policial al Hospital Universitario Erasmo Meoz, donde se recupera.

Jefferson perdió la vida de manera inmediata. El rayo le produjo un paro cardiaco. Presentaba quemaduras de primer, segundo y tercer grados en cuello y espalda. El cadáver fue trasladado por la Policía Judicial a la morgue del Instituto de Medicina Legal.

En el sitio de los hechos, su madre y una hermana lo reconocieron.

El rayo

Jesid Arias, coordinador operativo del Comité Local de Prevención y Atención de Desastres (Clopad), dijo que todo se trató de una lamentable coincidencia, puesto que el rayo, los aparatos electrónicos, la ubicación de los jóvenes y la atracción de los árboles coincidieron en el mismo punto. (ver recomendaciones del Clopad)

“Posiblemente el rayo no cayó porque no se encontraron registros de quemas, ni destrucción. Se generó un arco y la radiación presuntamente mató al joven”, consideró el funcionario.

“Teníamos lluvias aisladas, pero no se reportaban tormentas eléctricas. Sin embargo, con el Fenómeno de La Niña pueden ser normal”, agregó Arias.