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martes, 13 de septiembre de 2011

salio cara la rumba

Tras el impacto, la moto y la camioneta terminaron sobre el andén de la glorieta del Terminal de Transportes. (Fotos La Opinión)

La muerte le llegó de tajo a un policía, que iba como parrillero en una moto, al ser embestido por el conductor de una camioneta que se desplazaba presuntamente ‘enrumbado’, en estado de embriaguez, con supuesto exceso de velocidad y con tres menores de edad abordo.

El accidente ocurrió ayer a la 1:20 de la madrugada en la glorieta del Terminal de Transportes. La camioneta Renault Koleos, placa KGC 897, conducida por Ángel María Hernández Acosta, de 22 años, bajaba de la Ciudadela Juan Atalaya y al entrar en la glorieta habría perdido el control del automotor encontrándose de frente con la patrulla que realizaba operativos de vigilancia en la zona.

La moto policial era conducida por el patrullero Álvaro Stiven Arias Cáceres, de 20 años, quien no pudo reaccionar al ver el carro venirse encima. Tras el fuerte impacto, la moto y la camioneta terminaron sobre el andén de la glorieta.

El golpe activo los dos airbags delanteros de la Renault evitando que los pasajeros sufrieran lesiones.

Con la misma suerte no contaron los policías. Arias Cáceres sufrió traumas generalizados con fracturas y se recupera bajo pronóstico reservado en la Clínica San José. Su compañero Rubén Darío Uribe Arango, de 26, natural de Paipa (Boyacá), perdió la vida de manera inmediata.

Las causas


El coronel Álvaro Pico Malaver, Comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, lamentó la pérdida del uniformado, quien estaba adscrito a la Fuerza de Control Urbano (Fucur), e informó que la prueba de alcoholemia practicada al conductor de la camioneta dio primer grado de embriaguez.

Ángel María Hernández deberá enfrentar cargos por homicidio y lesiones personales con el agravante de conducir bajo los efectos de licor. Fue trasladado a la cárcel de Cúcuta, mientras avanza el proceso judicial.

“La Policía se va convertir en parte civil en este caso para lograr que el conductor responda por este hecho”, agregó el oficial.

Extraoficialmente conoció La Opinión que en la camioneta junto al adulto viajaban menores de 14 y 17 años y vendrían de algún establecimiento del sector de Natilán en la primera etapa de Juan Atalaya. El automotor era prestado, al parecer, por una tía del conductor.

La prueba de alcoholemia, las huellas de frenado, el testimonio de otros dos policías motorizados que iban atrás al momento del accidente y el croquis serán aportados a la Fiscalía para determinar las responsabilidades de los implicados.

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